El estudio “From Data to Decisions” de Experian revela que el 55 % de las empresas prioriza la inversión en nuevas fuentes de datos alternativas para fortalecer sus modelos analíticos. Sin embargo, el desafío principal no está en acceder a más información, sino en integrarla de manera ágil para que se convierta en decisiones precisas y oportunas.
La investigación señala que, en procesos como la gestión de riesgos o la detección de fraudes, la fragmentación entre sistemas y equipos podía retrasar los modelos más de un año. Además, los científicos de datos invertían entre el 40 % y 60 % de su tiempo en preparar y limpiar datos, lo que demoraba el impacto real en el negocio.

Con el uso de plataformas unificadas que integran datos, analítica y software en un solo entorno, ese ciclo se ha reducido a semanas. Esto no solo optimiza las operaciones, sino que también fortalece la capacidad de respuesta ante riesgos emergentes, fraudes sofisticados y cambios acelerados del mercado.
Damián Ramos, vicepresidente de Software Solutions & Analytics - Spanish Latam en Experian, señaló:
“En un entorno donde los datos crecen más rápido que la capacidad para procesarlos, el verdadero desafío no es tener más información, sino saber cómo integrarla de forma eficiente para tomar decisiones oportunas. En Experian, hemos identificado que acortar el ciclo entre el dato y la acción es fundamental para responder con agilidad a los desafíos del mercado. Por eso, desarrollamos un ecosistema de plataformas que simplifican procesos complejos y permiten a las organizaciones reaccionar con mayor velocidad y precisión ante casos de exposición o fraude”.
El estudio también evidencia que las empresas que integran de forma eficiente sus fuentes de datos logran desarrollar modelos predictivos en menos tiempo, incorporar datos alternativos para scoring crediticio más preciso, acelerar aprobaciones de crédito y reducir pérdidas por fraude gracias a analítica en tiempo real.
Para Experian, este enfoque no es solo tecnológico, sino una evolución en la manera de entender el riesgo y la toma de decisiones. Ramos concluyó:
“Lo que hemos visto en nuestra experiencia es que la velocidad para convertir datos en decisiones marca una diferencia real. No se trata solo de tener más información, sino de saber cómo conectarla, interpretarla y actuar sobre ella en el momento adecuado. En ese proceso, cuidar la calidad de los datos y fortalecer los mecanismos de prevención del fraude es esencial para proteger tanto a las organizaciones como a sus clientes”.