Chile figura entre los países más afectados por la creciente ola de fraudes digitales y suplantaciones potenciadas por bots y deepfakes. Según el informe Bad Bot de Imperva, en 2024 los bots superaron por primera vez al tráfico humano en Internet, representando el 51% del total. De ese porcentaje, un 37% corresponde a bots con fines maliciosos, lo que ha multiplicado los riesgos de fraudes financieros, estafas en redes sociales y difusión de noticias falsas.
En el continente, Chile se ubica entre los seis países con más incidentes, después de Estados Unidos, Brasil, Canadá, México y Colombia. De acuerdo con un estudio de la Universidad Andrés Bello, seis de cada diez chilenos ya han sido víctimas de estafas financieras a través de redes sociales. La expansión de la inteligencia artificial generativa ha facilitado y abaratado la creación de bots y contenidos falsos, erosionando la confianza en el ecosistema digital.
Los deepfakes emergen como una de las modalidades de fraude de mayor crecimiento, con videos manipulados en tiempo real que permiten suplantar rostros y generar estafas emocionales o manipulación de la opinión pública.
Ante este panorama, comienzan a explorarse soluciones para diferenciar personas reales de bots y falsificaciones digitales. Una de ellas es World, una red que busca establecer la prueba de humanidad como estándar en Internet mediante World ID, una verificación anónima que garantiza que cada usuario es un humano único, sin exponer datos personales.
Martín Mazza, gerente regional de Tools for Humanity (empresa colaboradora de World), comentó:
“En una Internet cada vez más automatizada, la prueba de humanidad se vuelve clave para proteger la confianza en las interacciones digitales, siempre resguardando los estándares de privacidad y seguridad. La idea no es complicar la experiencia digital, sino hacerla más segura y transparente para todos”.
La urgencia de nuevas formas de resguardar la confianza digital se vuelve evidente: en un entorno donde la automatización y la manipulación crecen sin freno, reconstruir una web más segura y auténtica es el gran desafío.