Los chilenos enfrentan una creciente amenaza de comunicaciones no deseadas que van desde el simple spam hasta fraudes conocidos como malspam. Según Hiya, en el último trimestre de 2024 se registraron 28 llamadas no deseadas por persona al mes en Chile, de las cuales el 25% fueron fraudulentas. Ipsos, por su parte, señala que el 51% de los encuestados es contactado semanalmente con intentos de fraude.
Mario Micucci, investigador de Seguridad Informática de ESET Latinoamérica, explicó:
“En ciberseguridad cuando nos referimos a mensajes, correos o llamadas no deseadas con connotación fraudulenta lo denominamos malspam. Es una combinación entre malware y spam en el que se combinan técnicas de phishing para vulnerar, robar y apropiarse de los datos personales de las víctimas y cometer el delito".

El spam se relaciona con promociones o publicidad genérica, mientras que el malspam busca infectar dispositivos, divulgar enlaces falsos o usurpar identidades, como la de bancos, para cometer fraudes. “Fuera del colapso de correos que nos puede dejar un spam, su versión maligna puede tener consecuencias importantes en los datos personales o sensibles y traducir a un fraude bancario o estafas, lo que genera un daño muy caro en las víctimas”, recalca Micucci.
ESET recomienda:
- Cuidar dónde se comparten los datos de contacto.
- Crear correos electrónicos desechables para suscripciones.
- Verificar que el contacto sea el original, especialmente si se trata de bancos.
- Desconfiar, como regla de oro.
- Activar soluciones de seguridad, como antispam o bloqueo de llamadas fraudulentas.
El experto finaliza agregando que:
"Es una situación compleja. Se pueden evitar, pero siempre recibiremos correos, llamadas o mensajes molestos e incluso que busquen estafarnos. Lo verdaderamente importante es estar atentos y tomar las precauciones necesarias, no dar clic a enlaces sospechosos, dudar si no esperábamos una compra, por ejemplo, o llamar directamente a nuestro banco para validar una información".