En el marco del Summit País Digital 2025, Cyntia Soto, Gerenta de Sostenibilidad de Claro Chile, profundizó en el compromiso de la compañía por promover un desarrollo tecnológico responsable y centrado en las personas.
La ejecutiva, desde su posición, lidera iniciativas de educación digital, prevención del ciberacoso y alfabetización tecnológica, consolidando a Claro Chile como un actor activo en la construcción de entornos digitales más seguros y conscientes.

La entrevista abordó los principales ejes del trabajo de Claro Chile en materia de bienestar digital: el bienestar digital infantil y juvenil, la creación de alianzas intersectoriales, la formación en inteligencia artificial y la promoción del liderazgo juvenil como motor de cambio cultural. Con una visión estratégica y transversal, la gerenta recalcó que el verdadero progreso tecnológico no depende únicamente del acceso, sino de la capacidad colectiva para usar la tecnología con propósito, ética y responsabilidad.
Radiografía Digital y el compromiso con la protección de los jóvenes
Durante su participación en el Summit País Digital 2025, Cyntia Soto destacó el compromiso de Claro Chile con la construcción de una cultura digital responsable, donde la sostenibilidad y el bienestar de las personas sean el eje de toda innovación tecnológica.
Subrayó que el desafío actual no consiste solo en ampliar la conectividad, sino en asegurar que esta se traduzca en desarrollo humano, educación y confianza.
“Para nosotros, evidenciar situaciones como las de ciberacoso es cumplir con el objetivo que nos planteamos al desarrollar la Radiografía Digital. Porque uno de nuestros principales objetivos es entregar insumos que permitan a distintas entidades, público y privadas, abordar desde su expertise acciones para superar situaciones que puedan afectar a los niños, niñas y adolescentes”.


El enfoque de Claro Chile se basa en que la conectividad no puede considerarse un servicio neutro, sino un instrumento que debe ir acompañado de formación y acompañamiento familiar.
“Desde nuestro ámbito, entendemos también que la conectividad no puede ser neutra, debe ir acompañada de protección, educación y acompañamiento familiar”.
Esta perspectiva, explica la ejecutiva, refleja una comprensión más amplia del rol que las empresas tecnológicas deben asumir frente a los desafíos sociales.
“Por eso, hemos impulsado talleres familiares, campañas de prevención y programas de liderazgo juvenil en más de 27 establecimientos educacionales que buscan dotar a los niños y adolescentes de herramientas emocionales y digitales para enfrentar estas situaciones. Nuestro compromiso es avanzar hacia un ecosistema donde la tecnología no solo conecte, sino que también cuide y fomente la curiosidad por aprender”.
Bienestar digital como desafío país
Para la gerenta de Sostenibilidad, el bienestar digital debe abordarse con una mirada integral que trascienda los límites empresariales. La protección de la infancia y la adolescencia requiere —según la vocera— una articulación efectiva entre Estado, empresas, escuelas y familias, sustentada en evidencia y visión a largo plazo.
“El bienestar digital es un ‘desafío país’ porque toca fibras esenciales: la niñez, la adolescencia y la convivencia familiar”.

Desde la mirada de Claro Chile, esta afirmación trasciende el ámbito empresarial y se proyecta como un llamado a la acción colectiva. El bienestar digital, sostiene la ejecutiva, requiere una comprensión profunda del entorno familiar y educativo para garantizar un desarrollo tecnológico equilibrado y humano.
“Los datos son elocuentes: seis de cada diez niños inician su vida digital a los siete años y la mayoría sobrepasa el tiempo de conexión que considera saludable, es decir más d
Soto plantea que la respuesta al problema debe asentarse sobre tres pilares: evidencia, formación parental y colaboración intersectorial.
“Para materializar un cambio real, necesitamos tres pilares: evidencia que permita comprender el fenómeno y orientar decisiones; programas que fortalezcan el rol parental y escolar en la mediación tecnológica; y una colaboración público-privada que trascienda coyunturas y se proyecte como política de Estado”.

La gerenta enfatiza que estos tres ejes deben articularse de manera coherente y sostenida, integrando a todos los actores del ecosistema digital. No se trata solo de políticas o campañas aisladas, sino de construir una estructura estable de cooperación y aprendizaje continuo entre familias, instituciones y empresas.
“El desafío digital de las nuevas generaciones no puede resolverse con controles fragmentados; requiere visión sistémica y voluntad colectiva como sociedad”.
La ejecutiva adelantó además que la empresa presentará una alianza nacional de bienestar digital que convocará a distintos actores del ecosistema educativo.
“Por ello, estamos impulsando una Alianza de Bienestar Digital para Niñas, Niños y Adolescentes que sea transversal a todos los sectores que trabajan en el ecosistema de la educación, el que contaremos con más detalle el próximo 2 de octubre”.

Rol del sector privado frente al fraude y la desinformación
El aumento sostenido de los fraudes digitales y la exposición de adolescentes a información falsa plantea nuevos retos para el sector privado. Cyntia Soto destacó que las empresas de telecomunicaciones deben asumir un liderazgo activo en la creación de entornos digitales confiables y en la promoción del pensamiento crítico.
“La conectividad es una puerta abierta al conocimiento, pero también puede serlo para la manipulación y el fraude. Según resultados de la última Radiografía Digital (2025), que un 63% de los adolescentes haya estado expuesto a noticias falsas y un 44% haya recibido llamados engañosos demuestra que no basta con tener acceso a internet, sino que necesitamos formar usuarios críticos, capaces de distinguir entre lo verdadero y lo falso”.

La ejecutiva insistió en que la confianza digital debe ser un valor compartido por toda la industria, extendiendo su alcance más allá de la infraestructura técnica.
“En este escenario, las empresas de telecomunicaciones tenemos una responsabilidad que va más allá del servicio técnico, debemos ser garantes de confianza y transparencia. Esto implica invertir en campañas educativas, desarrollar herramientas de protección y entregar información clara y accesible”.
Para la ejecutiva, este compromiso redefine el papel de la industria de las telecomunicaciones en la sociedad digital. No basta con ofrecer infraestructura o velocidad; la sostenibilidad tecnológica exige acompañar a las personas, educarlas y protegerlas frente a los riesgos emergentes del entorno digital.
“El verdadero valor de la conectividad no se mide en megas ni velocidad, sino en la capacidad de generar un espacio digital confiable donde los jóvenes puedan crecer sin miedo a ser engañados. Tenemos el deber que antes que cualquier conexión, ser cercanos a quienes confían en nosotros: las personas”.

En este contexto, Claro Chile presentará próximamente herramientas digitales de apoyo familiar orientadas a la prevención.
“Por ello, estamos trabajando en paralelo en soluciones para que los padres y madres cuenten con herramientas digitales que ayuden a la prevención y que contaremos con más detalle el próximo 2 de octubre”.

Educación digital y prevención de riesgos en la vida cotidiana
Soto subrayó que el gran desafío del siglo XXI no es solo acceder a la información, sino aprender a convivir con su sobreabundancia y los riesgos asociados a la desinformación. En esa línea, Claro Chile impulsa iniciativas de educación digital que buscan fortalecer la confianza y la autonomía de los jóvenes.
“El gran reto de la era digital no es solo acceder a información, sino aprender a convivir con el exceso y la distorsión de esta. Cuando los adolescentes se ven expuestos a noticias falsas o fraudes, no sólo enfrentan un riesgo puntual, sino una problemática gradual de la confianza en el entorno digital”.

Desde la perspectiva de la compañía, la alfabetización digital debe comprenderse como un proceso continuo de aprendizaje y acompañamiento.
“Para revertirlo, desde Claro Chile trabajamos en dos niveles: fortaleciendo la autonomía crítica de los jóvenes y acompañando a las familias con herramientas concretas”.
Uno de los ejemplos más relevantes es el Pacto de Confianza, una iniciativa que promueve prácticas de autocuidado y límites de uso de dispositivos en el hogar.
“En este contexto, el ‘Pacto de Confianza’, un documento que firman padres, madres o cuidadores y sus hijos, con recomendaciones como no llevar el celular a la mesa ni a la cama, consensuar tiempos de uso y aplicar filtros parentales, es un ejemplo de cómo traducimos este desafío en acciones: acuerdos sencillos pero transformadores sobre horarios, espacios y prácticas de seguridad”.
La ejecutiva sostiene que este tipo de acuerdos promueven un cambio cultural más efectivo que las restricciones o controles unilaterales.
“A esto se suma la campaña ‘Hablando Claro’, que aborda desde la ansiedad digital hasta la detección de fraudes. La meta es que el entorno digital deje de ser percibido como un espacio hostil y se convierta en un ámbito de confianza compartida”.

Liderazgo juvenil y cambio cultural en el entorno familiar
Los programas “Las pantallas en mi hogar” y “Generación Digital” forman parte del trabajo sostenido de Claro Chile para fortalecer el liderazgo juvenil y fomentar conversaciones familiares sobre el uso responsable de la tecnología. Soto enfatiza que el cambio cultural parte del reconocimiento de las propias conductas adultas frente a la conectividad.
“En este contexto, el ‘Pacto de Confianza’, un documento que firman padres, madres o cuidadores y sus hijos, con recomendaciones como no llevar el celular a la mesa ni a la cama, consensuar tiempos de uso y aplicar filtros parentales, es un ejemplo de cómo traducimos este desafío en acciones: acuerdos sencillos pero transformadores sobre horarios, espacios y prácticas de seguridad”.
La ejecutiva explica que estas iniciativas buscan trasladar los principios del bienestar digital al ámbito cotidiano, fomentando hábitos sostenibles en el hogar.
“A esto se suma la campaña ‘Hablando Claro’, que aborda desde la ansiedad digital hasta la detección de fraudes. La meta es que el entorno digital deje de ser percibido como un espacio hostil y se convierta en un ámbito de confianza compartida”.
La directiva añadió que el liderazgo entre pares ha sido clave para generar resultados sostenibles en las comunidades educativas.
“En paralelo, el programa ‘Generación Digital’ ha demostrado el poder del liderazgo juvenil. Cerca de 500 estudiantes capacitados están transmitiendo competencias a más de 7.000 compañeros, validando que los pares son agentes de cambio mucho más efectivos que los discursos adultos. El impacto es evidente, cuando las familias y las escuelas asumen su corresponsabilidad, lo digital deja de ser una amenaza y se transforma en un espacio compartido de aprendizaje y crecimiento”.

Alfabetización en inteligencia artificial y competencias del futuro
El estudio Radiografía Digital también evidenció una brecha creciente en torno al conocimiento sobre inteligencia artificial. Pese al uso frecuente de estas herramientas, la mayoría de los adolescentes desconoce su funcionamiento, lo que genera riesgos de dependencia o desinformación.
“El caso de la inteligencia artificial revela una paradoja muy actual: los adolescentes la usan masivamente, pero desconocen sus implicancias. Un 87% la utiliza para tareas escolares, resolver dudas o aprender idiomas, y más de la mitad recurre a ChatGPT como su herramienta principal”.
Para la ejecutiva, este fenómeno refleja el rápido avance de la tecnología frente a un sistema educativo que aún no logra acompañar su ritmo.
“Sin embargo, dos tercios confiesan no comprender realmente cómo funciona. Esta brecha entre uso y comprensión es crítica, porque abre el riesgo de una dependencia o de una exposición inadvertida a sesgos y desinformación”.

Frente a esta realidad, Claro Chile ha comenzado a integrar módulos de alfabetización en inteligencia artificial en sus programas educativos, con un enfoque en ética y responsabilidad.
“Desde Claro, estamos integrando la alfabetización en inteligencia artificial (IA) dentro de nuestros programas, no solo para enseñar a usarla, sino para reflexionar sobre sus límites, sus implicancias éticas y su rol en la sociedad”.
Esta iniciativa, explica la ejecutiva, busca trascender la enseñanza técnica para incorporar una mirada ética y reflexiva sobre el impacto de la inteligencia artificial en la vida cotidiana. La formación en competencias digitales debe permitir comprender, cuestionar y usar la tecnología con propósito.
“Creemos que la verdadera inclusión digital no consiste en tener acceso a la última tecnología, sino en contar con las competencias para utilizarla con criterio y responsabilidad”.

Colaboración público-privada para un ecosistema digital seguro
Finalmente, la ejecutiva subrayó que la construcción de un entorno digital sostenible exige una articulación efectiva entre Estado, empresas, academia y sociedad civil. La nueva Alianza por el Bienestar Digital Familiar, firmada el 2 de octubre, busca precisamente consolidar ese esfuerzo común.
“Desde nuestra compañía, creemos que no solo el Estado, sino todos los sectores, deben impulsar marcos regulatorios y políticas de largo plazo que aseguren coherencia y sostenibilidad en el tiempo. Las empresas tenemos el deber de aportar innovación, conocimiento y recursos educativos; el mundo académico, de entregar evidencia y generar investigación aplicada; y la sociedad civil, de acercar soluciones a las comunidades y acompañar a las familias”.
La firma de este compromiso representa un paso concreto hacia una visión compartida de corresponsabilidad social.
“En esa línea, levantamos y firmamos el 2 de octubre una alianza público-privada por el bienestar digital familiar de niños, niñas y adolescentes como un paso concreto para unir a todos los actores en torno a un mismo propósito: la protección de niños, niñas y adolescentes en la era digital”.
Según la ejecutiva, esta alianza representa un compromiso tangible entre el sector público, privado y la sociedad civil para avanzar hacia una cultura de corresponsabilidad digital.
“Esta declaración conjunta busca visibilizar el desafío de la crianza digital y abrir espacios de cooperación futura, acompañando a madres, padres y cuidadores en la formación de hábitos responsables y en la construcción de entornos digitales más seguros”.

El mensaje de cierre de Soto resume el espíritu de la iniciativa: construir una sociedad digital basada en la confianza, la educación y la protección.
“En definitiva, lo que está en juego no es solo cómo usamos la tecnología, sino el tipo de sociedad que queremos construir en torno a ella”.
Para Cyntia Soto, el desafío que enfrenta la sociedad no es únicamente tecnológico, sino profundamente humano. La ejecutiva sostiene que la verdadera transformación digital comienza cuando la innovación se pone al servicio de las personas y contribuye a construir vínculos más empáticos, conscientes y responsables.
En esa dirección, el compromiso de Claro Chile busca trascender la conectividad para convertirse en una fuerza educativa y ética que inspire a las nuevas generaciones a convivir con la tecnología desde la confianza y el propósito.