Durante su intervención en el Summit País Digital 2025, Enrique Coulembier, gerente general de Mundo Telecomunicaciones, presentó una visión estratégica sobre el papel que cumple la conectividad en el desarrollo económico y tecnológico del país.

En su presentación, analizó la evolución de la industria de las telecomunicaciones, los desafíos estructurales de Chile y la necesidad de fortalecer la cooperación público-privada para avanzar hacia una digitalización inclusiva.

¿Cómo contribuye la conectividad al desarrollo digital de Chile?
Coulembier repasó los hitos de Mundo Telecomunicaciones desde su origen en la Región del Biobío hasta su actual presencia nacional.
El CEO de Mundo destacó que la compañía ha sido pionera en la introducción de tecnologías de alta velocidad, desde la expansión de la fibra óptica FTTH hasta el lanzamiento de los servicios de 10 Gigas simétricos y, recientemente, los 50 Gigas con Wi-Fi 7.

Para el ejecutivo, la innovación no solo representa un avance técnico, sino también una oportunidad de equidad digital para el país.
"Creemos en la conectividad. Hemos conectado más de 300 comunas, con más de un millón de familias y 4 millones de hogares pasados. Somos los que hemos potenciado estrechar la brecha digital en este país. Nacimos de regiones, conectamos pueblos en el medio de la nada, colegios rurales y rucas mapuches. Eso es ilusión, eso es pasión".

En su intervención, Coulembier subrayó que el verdadero impacto de la conectividad no se mide únicamente en megabits por segundo, sino en las transformaciones sociales que genera.
Explicó que detrás de cada red desplegada hay historias de inclusión, educación y progreso, en comunidades donde el acceso a Internet era hasta hace poco una realidad lejana.
"La conectividad no es solo velocidad o tecnología. También une familias, acerca generaciones y crea nuevas oportunidades. Hemos conectado lugares donde otros no podían o no querían llegar".
El ejecutivo remarcó que estas acciones reflejan la filosofía de Mundo Telecomunicaciones de democratizar el acceso a la tecnología. La compañía, dijo, ha impulsado la modernización de la infraestructura digital desde regiones, demostrando que la innovación no es exclusiva de los grandes centros urbanos, sino una herramienta para fortalecer la cohesión territorial y económica del país.

Desafíos para Chile como futuro hub digital
Coulembier advirtió que, pese al liderazgo de Chile en conectividad fija en Latinoamérica y su segundo lugar a nivel mundial, el país enfrenta retos estructurales para consolidarse como un verdadero hub digital.

Señaló que no basta con instalar data centers o redes 5G, sino que es necesario generar una cultura de uso y una conciencia digital que estimule la demanda de conectividad y servicios digitales en toda la población.
"Queremos data centers, cables submarinos y redes 5G, pero debemos generar la necesidad. Regalemos servicio, llevemos conectividad a quienes no la tienen. Si no generamos la necesidad, no estrecharemos la brecha digital".

Durante su presentación, hizo un llamado a la cooperación entre los sectores público y privado, argumentando que el acceso a Internet debe considerarse un derecho y no un privilegio. Enfatizó que el desafío no solo radica en la inversión tecnológica, sino en la voluntad de colaboración para garantizar igualdad de acceso y oportunidades en todas las regiones del país.
"La conectividad no es un privilegio, es un derecho. Debemos trabajar alineados, compartiendo infraestructura y colaborando entre todos los actores. Las empresas no son números, son personas, y tenemos el deber de dejar un legado para las futuras generaciones".
La presentación cerró con un mensaje que invitó a la reflexión sobre el rol de las empresas tecnológicas como agentes de transformación social.
Coulembier destacó que el desarrollo digital sostenible requiere visión, compromiso y un enfoque conjunto, donde cada actor del ecosistema —desde el Estado hasta el sector privado— contribuya a reducir la brecha digital y a consolidar la posición de Chile como líder tecnológico en la región.