Según la última edición del estudio Workmonitor de Randstad, el 45% de los trabajadores en Chile no aceptaría un empleo que no ofrezca oportunidades de formación en habilidades para el futuro. Esta cifra refleja cómo la capacitación se ha convertido en un factor decisivo al evaluar propuestas laborales.
En la región, México lidera con un 58% de trabajadores que priorizan la formación, seguido de Brasil (48%), Argentina (46%) y Chile (45%), todos por encima del promedio global (44%).

Además, el 46% de los chilenos afirma que renunciaría a su trabajo si no tuviera acceso a instancias de capacitación, superando por cinco puntos porcentuales la media global (41%). Este fenómeno se repite en la región, con México encabezando (53%), seguido por Chile (46%) y luego Brasil y Argentina (ambos con 44%).
Andrea Ávila, CEO de Randstad para Argentina, Chile y Uruguay, afirmó:
“Con la tecnología y la digitalización avanzando a un ritmo vertiginoso, el trabajo y las habilidades que se requieren de la fuerza laboral están evolucionando a la par, generando una mayor necesidad de formación. En este contexto, las organizaciones tienen la necesidad de achicar la brecha de habilidades del talento, mientras que los trabajadores deben invertir tiempo y recursos para formarse y desarrollar sus conocimientos, habilidades y competencias para mantenerse empleables a futuro”.
Formación en IA lidera las preferencias
El estudio también revela que la formación en Inteligencia Artificial (IA) es la más demandada por los trabajadores chilenos (23%), coincidiendo con la preferencia de trabajadores en Brasil y México (27%), y con la tendencia global, especialmente entre los profesionales Baby Boomers.
Pese al interés por aprender, solo el 58% de los chilenos considera que su empleador está contribuyendo efectivamente al desarrollo de sus habilidades, una cifra que queda seis puntos por debajo del promedio mundial (64%). En comparación regional, México (71%) y Brasil (70%) lideran en apoyo activo de las empresas, seguidos por Argentina (59%) y Chile (58%).

Respecto a la formación en general, el 39% de los trabajadores chilenos considera que es su responsabilidad personal, mientras que el 24% la atribuye al empleador. En cuanto a mantener actualizadas las habilidades ante el avance tecnológico, el 35% cree que la responsabilidad recae en ellos mismos, y un 32% cree que es deber del empleador.
“No hay dudas que la formación y el desarrollo de las habilidades laborales crecen en relevancia a ojos del talento, principalmente porque los trabajadores perciben cada vez con más claridad que su empleabilidad a futuro no depende ya de lo aprendido en el pasado, sino en la capacidad de adquirir nuevos conocimientos y habilidades en forma permanente y a cualquier edad. Por eso crece también el rol de las empresas como formadores de sus trabajadores, impulsando programas de aprendizaje patrocinados o gestionados por ellas, con el objetivo de hacer frente a la obsolescencia programada de las habilidades de su fuerza laboral. Las organizaciones que apuestan por la formación como un factor clave de su propuesta de valor y son consideradas empleadores escuela para determinadas profesiones o campos de expertise tienen un plus relevante que potencia el atractivo de su marca empleadora”, agregó Ávila.