El sector agrícola chileno da un nuevo paso hacia la modernización con la llegada de los modelos DJI Agras T70P y T100, este último considerado el dron más avanzado del mercado agrícola global. Representados en el país por Summit Agro Chile, parte del grupo japonés Sumitomo Corporation, estas aeronaves no tripuladas están llamadas a revolucionar la “Agricultura 4.0” en el país.
El DJI Agras T100, con un tamaño desplegado de 3x3 metros, incorpora un estanque de 100 litros, superando ampliamente a los modelos anteriores, mientras que el T70P alcanza los 70 litros. Ambos modelos permiten cubrir hasta 12 hectáreas por hora, superando los 8 a 10 hectáreas de sus predecesores, además de operar en horario nocturno.

Una de las grandes innovaciones del T100 es su sistema de detección 3D en tiempo real, capaz de identificar obstáculos como cables eléctricos o árboles durante el vuelo, lo que incrementa significativamente la seguridad operativa. También destaca su capacidad de carga de hasta 80 kilos, permitiendo transportar herramientas o cosechas desde zonas de difícil acceso, algo inédito en modelos anteriores.
Martín Merino, presidente de Summit Agro Chile, comentó:
“Nuestro objetivo es facilitar y optimizar el trabajo del agro local, por eso buscamos siempre estar a la vanguardia en los avances tecnológicos que van surgiendo en el planeta. En este escenario, los drones son fundamentales, ya que mejoran todos los parámetros existentes: productivos, de capacidad, de funcionalidades y de seguridad”.

Además, desde la compañía enfatizan que operar estos equipos no requiere conocimientos técnicos avanzados, fue lo comentó Claudio Valdés, Subgerente Agtech y Seipro de Summit Agro Chile, añadiendo:
“No es que tengan que estar volándolos con un joystick, sino que se manejan solos, usando inteligencia artificial. Es muy fácil trabajar con ellos. Se configuran previamente, en el control remoto se oprime ‘fly’ y empieza el vuelo autónomo, mediante la IA, haciendo lo que se haya programado. Cuando se les va a acabar el producto o la batería, vuelven solos al lugar desde donde despegaron”.
Respecto al uso de agua, los nuevos drones también presentan importantes ventajas en eficiencia hídrica, detalló Valdés, añadiendo que:
“La agricultura tradicional aplica desde 400 hasta 1.000 litros de agua por hectárea. Por contraparte, los drones aplican 60 a 80 litros por hectárea”.
Con esta innovación, Chile refuerza su compromiso con una agricultura más eficiente, tecnológica y sostenible, consolidando a los drones como herramientas clave para el desarrollo productivo del sector.
