La divergencia en el desempeño financiero de las operaciones globales de TSMC ha forzado un cambio de timón en su estrategia para Japón. Mientras la expansión en Arizona comienza a generar beneficios, las pérdidas reportadas en la subsidiaria JASM impulsan un salto tecnológico agresivo orientado a la inteligencia artificial.

Del sector automotriz a la vanguardia de la IA
Según reportes recogidos por TrendForce, la planta Kumamoto Fab 2 abandonaría los planes originales de 6nm para adoptar procesos de 2nm. Esta decisión busca frenar el déficit financiero y capturar la demanda de gigantes como NVIDIA, evitando la obsolescencia proyectada de nodos intermedios como los 4nm para el año 2027.

El movimiento estratégico implica elevar el gasto de capital a más de 25.000 millones de dólares, aunque enfrenta desafíos regulatorios y la competencia local de Rapidus. La viabilidad del proyecto dependerá en gran medida de la flexibilidad en los subsidios del gobierno japonés y las restricciones de exportación tecnológica taiwanesas.
Frente a la información divulgada por Mirror Media sobre esta reestructuración operativa y los resultados negativos en la región, la corporación evitó confirmar detalles específicos sobre la hoja de ruta, limitándose a explicar la naturaleza multifactorial de sus márgenes de ganancia actuales.
"TSMC no comenta sobre especulaciones del mercado; la rentabilidad está influenciada por múltiples factores, incluyendo la utilización, la depreciación y las inversiones de capital en curso, y se proporcionarán actualizaciones detalladas en el momento apropiado".

