De acuerdo con lo que informa la Aston University, en Inglaterra se ha establecido un nuevo centro para el desarrollo de la computación neuromórfica con el objetivo de posicionarse como referente en tecnologías de cómputo inspiradas en el cerebro humano.

Liderado por el Institute of Photonic Technologies de Aston University, en Birmingham, el UK Multidisciplinary Centre for Neuromorphic Computing recibirá una inversión de £5.6 millones (USD $7.0 millones) durante los próximos cuatro años, financiada por el UKRI Engineering and Physical Sciences Research Council (EPSRC).
El centro contará con científicos de las más prestigiosas instituciones:
- Oxford
- Cambridge
- Southampton
- Queen Mary University of London
- Loughborough
- Strathclyde.
La propuesta busca abordar los desafíos de sostenibilidad que enfrenta la infraestructura digital actual y los sistemas de inteligencia artificial, a través de nuevas arquitecturas inspiradas en el cerebro.
El equipo combinará experimentos con neuronas humanas derivadas de células madre con modelos computacionales, algoritmos de bajo consumo y hardware fotónico.

La iniciativa cuenta con el respaldo de socios industriales como Microsoft Research, Thales, BT, QinetiQ, Nokia Bell Labs, Hewlett Packard Labs, Leonardo y Northrop Grumman, junto a pymes tecnológicas.
El centro también se enfocará en formación, planificación estratégica y colaboración internacional para sostener un ecosistema británico de investigación a largo plazo.
Expertos destacan el potencial transformador del neuromorphic computing
Desde el enfoque académico, el centro pone especial énfasis en la combinación de ciencia básica y tecnología avanzada para lograr una verdadera transformación en la forma de procesar información.
Natalia Berloff, profesora de la Universidad de Cambridge y codirectora del centro, destacó:
"Uno de los aspectos más emocionantes del neuromorphic computing es el potencial del hardware fotónico para ofrecer una eficiencia verdaderamente similar a la del cerebro. Los procesadores basados en luz pueden explotar un paralelismo masivo y una propagación de señales ultrarrápida para superar a la electrónica convencional en cargas de trabajo exigentes de IA, consumiendo mucha menos energía".

La experta subraya que este enfoque no solo mejora el rendimiento, sino que permite un cambio cualitativo en la forma en que se conciben los sistemas de inteligencia artificial.
"Al combinar estas arquitecturas fotónicas con conocimientos obtenidos de neuronas humanas vivas, buscamos co-diseñar sistemas neuromórficos que vayan más allá de mejoras incrementales y se acerquen a un paradigma de cómputo genuinamente transformador".
La integración del conocimiento neurobiológico con tecnologías emergentes como la fotónica marca un antes y un después en el diseño de hardware de IA, según otros investigadores del proyecto, así lo señaló David Saad, profesor de Ciencias de Datos en Aston University:
“El cerebro humano representa el sistema de procesamiento de información más eficiente conocido. Nuestro objetivo es entender sus principios de operación y traducirlos en arquitecturas computacionales eficientes, aprovechando el poder de la fotónica y la colaboración multidisciplinaria”.

Desde el sector de la investigación aplicada, el respaldo institucional a esta iniciativa fue clave para su aprobación y proyección a largo plazo, así lo aseveró Dimitra Darambara, científica líder de física médica en el Institute of Cancer Research y presidenta del panel de evaluación de EPSRC:
“El panel estuvo impresionado por la amplitud y ambición de esta propuesta, que reúne a una comunidad multidisciplinaria de investigadores para abordar uno de los desafíos más importantes en computación de próxima generación”.
Por su parte, Rhein Parri, codirector y neurofisiólogo de Aston University, afirmó que el proyecto también destaca por su carácter pionero en combinar plataformas informáticas con experimentación directa con neuronas humanas:
“Por primera vez, podemos combinar el estudio de neuronas humanas vivas con el de plataformas informáticas avanzadas para co-desarrollar el futuro del cómputo. Este proyecto representa un avance emocionante, aprendiendo de la biología y la tecnología de formas que antes no eran posibles”.

A nivel estratégico, el centro se plantea como la base para una nueva identidad científica británica en computación neuromórfica, así lo planteó Sergei K. Turitsyn, director del centro y del AIPT, afirmó:
“La ambición del proyecto no es solo desarrollar tecnologías futuras, sino también crear una nueva marca de investigación británica reconocida internacionalmente en neuromorphic computing, que una a las mejores mentes del Reino Unido y genere un impacto sostenible a largo plazo. Es un momento de orgullo para AIPT y Aston University liderar este esfuerzo nacional”.