Frente a un panorama regional marcado por el aumento de ciberataques y la falta de preparación en materia de seguridad informática, los Network Operation Centers (NOC) se consolidan como una herramienta clave para la continuidad operativa y la resiliencia digital de las empresas.
Según cifras de ESET, el 30% de las organizaciones en Latinoamérica sufrió al menos un ciberataque en 2023, y uno de cada cinco de estos incidentes no fue detectado por la falta de tecnologías adecuadas. En Chile, la situación también es crítica: solo el 50% de los directorios invierte un presupuesto mínimo en ciberseguridad, y un 55% desconoce los riesgos legales derivados de la nueva Ley Marco de Ciberseguridad y la futura Ley de Protección de Datos Personales.

En este contexto, los NOC emergen como el componente esencial de cualquier estrategia de seguridad tecnológica moderna. Estas infraestructuras permiten un monitoreo 24/7 de redes y sistemas críticos, anticipando fallos, detectando anomalías en tiempo real y evitando interrupciones que pueden significar pérdidas millonarias por hora.
Gastón Daurat, Director General de Experis Chile, marca de ManpowerGroup, advirtió:
“El costo de una caída de red en una gran empresa puede superar el millón de dólares por hora. La única forma de mitigar ese riesgo es con una estrategia activa y permanente de monitoreo, respaldada por talento técnico especializado y estructuras como los NOC”.
Datos de ITIC refuerzan esta advertencia: el 91% de las empresas globales estima que una hora de inactividad cuesta más de USD $300.000, mientras que el 44% reporta pérdidas superiores al millón de dólares por cada hora de interrupción. Estos costos no solo son económicos, también afectan la reputación corporativa, la fidelidad de los clientes y la confianza de los inversionistas.

El crecimiento en la demanda de especialistas ha generado una brecha crítica de capital humano. Actualmente, ingenieros de redes, analistas SOC y técnicos en gestión de incidentes son perfiles escasos, lo que aumenta la necesidad de formar nuevos talentos y capacitar a los profesionales existentes.
Daurat agrega:
“La ciberseguridad ya no es solo un problema técnico: es un tema estratégico. Las empresas que no invierten en resiliencia digital están exponiéndose a un nivel de vulnerabilidad que puede comprometer toda su operación”.
Ante la falta de personal interno calificado, muchas organizaciones están optando por tercerizar sus servicios de monitoreo a través de proveedores especializados, lo que permite acceder a mayor experiencia técnica, reducir costos operativos y asegurar niveles de servicio adecuados al entorno digital actual.
En un entorno de amenazas constantes y alta exigencia digital, contar con un NOC y con profesionales capacitados no es solo una recomendación técnica, sino una necesidad estratégica para mantener la continuidad del negocio y proteger sus activos más críticos.
