AppGate ha identificado cinco tendencias clave que definirán el panorama de ciberseguridad en Latinoamérica durante 2026, destacando el papel dual de la inteligencia artificial como herramienta tanto para atacantes como para defensores.
David López Agudelo, vicepresidente de ventas para Latinoamérica de AppGate, advierte:
"La inteligencia artificial dejará de ser un experimento en manos de los ciberdelincuentes para convertirse en su recurso más poderoso. Seremos testigos de ataques de ingeniería social desplegados de manera simultánea y a gran escala, pero con un nivel de personalización y sofisticación sin precedentes".

La primera predicción señala el aumento de ataques de ingeniería social potenciados por IA, incluyendo phishing, smishing y deepfakes que evolucionarán de casos aislados a tácticas habituales. Eric Gómez, Regional Sales Director de AppGate en México, proyecta que:
"Para 2026, cada vez más organizaciones alcanzarán la madurez necesaria para adoptar plenamente Zero Trust Network Access (ZTNA). Esto les permitirá consolidar arquitecturas seguras e híbridas, con mayor confianza en la protección de datos y en la continuidad de sus operaciones".
Wilson Vergara, Regional Sales Director para SoLA de AppGate, enfatiza que "el desafío será equilibrar una seguridad robusta con una experiencia de usuario fluida", destacando la importancia de la automatización en decisiones de acceso basadas en riesgo.
Manuel Giraldo, líder de Consultoría de Prevención de Fraude de AppGate, explica que "los atacantes perfeccionarán técnicas de phishing en correos, mensajes y códigos QR, sumando deepfakes de voz y video capaces de suplantar víctimas con gran realismo", particularmente en el ecosistema móvil.

Ruth Montecinos, Regional Sales Director de Fraude para SoLA en AppGate, concluye:
"En 2026, el gran cambio de enfoque en las instituciones financieras será pasar de reaccionar frente al fraude a anticiparse a él. Cada vez más directivos han entendido que la inteligencia artificial ofrece las capacidades necesarias para prevenir ataques en el momento oportuno, en lugar de limitarse a mitigar el daño una vez consumado".
El panorama para 2026 muestra riesgos crecientes pero también oportunidades para organizaciones que adopten enfoques preventivos y arquitecturas Zero Trust.

