Incluyen tácticas como bombardeo de correos electrónicos, además de envío de mensajes y realización de llamadas de voz (vishing) y video desde una instancia de Office 365.
Walter Montenegro, en su columna, resalta que los cibercriminales no buscan solo dinero, sino que se sienten motivados por la codicia y el desafío de vulnerar sistemas, impulsados por una necesidad de resolver acertijos.