Durante su participación en el Summit País Digital 2025, José Juan Haro Seijas, director de Asuntos Públicos y Mayoristas de Telefónica Hispanoamérica, presentó la ponencia “Futuro digital sostenible: el valor de las redes”.
En su exposición, abordó los avances tecnológicos de Chile, los riesgos del estancamiento en inversión en infraestructura y el desafío de sostener la competitividad digital frente a los nuevos referentes globales.

Chile: pequeño en tamaño, grande en ambición digital
El ejecutivo subrayó que Chile, pese a que Chile es un país de escala limitada, ha logrado posicionarse como referente regional por su capacidad de innovación, colaboración público-privada y planificación estratégica a largo plazo.
“Chile es un país pequeño, pero con una enorme capacidad para pensar en grande. Gracias a instituciones como País Digital, ha sabido articular sectores y sostener una visión de desarrollo digital de largo plazo”.

El ejecutivo recordó que Telefónica cumplió 35 años de presencia en Chile, liderando hitos tecnológicos como el despliegue de la primera red ADSL y la expansión masiva de fibra óptica al hogar. Destacó además que la compañía fue la principal inversionista en la licitación de 5G, consolidando una red reconocida por su velocidad y estabilidad.
“El crecimiento de Chile en las últimas décadas ha estado acompañado de una sólida expansión tecnológica. Hoy, cerca del 70% de las conexiones fijas del país se sirven con fibra óptica al hogar, y Telefónica ofrece cobertura total en esa tecnología”.
Según Haro, ese liderazgo es el resultado de decisiones estratégicas y de un enfoque nacional que combina infraestructura, innovación y talento. Sin embargo, advirtió que la misma posición de liderazgo puede generar una falsa sensación de seguridad si no se sostiene el ritmo inversor y la adaptación tecnológica constante.

Riesgos del estancamiento: inversión y competitividad
Haro alertó sobre los riesgos de la complacencia digital. Explicó que, aunque Chile sigue siendo líder regional, otros países de América Latina —como Brasil, Uruguay y Perú— han avanzado en despliegue y cobertura 5G gracias a mayores asignaciones de espectro y marcos de inversión más ágiles.
“Durante años, Chile marcó la pauta regional en conectividad. Pero hoy, otros países comienzan a superar ese liderazgo. Brasil, por ejemplo, ya cuenta con la red 5G más robusta de América Latina, mientras en Chile la inversión del sector muestra signos de agotamiento”.

El directivo presentó cifras que evidencian la caída en los ingresos del sector y la consecuente reducción en inversión de capital, que hoy alcanza apenas el 50% de lo que se destinaba una década atrás. Enfatizó que esta situación representa un riesgo estructural para la economía digital del país.
“Las redes de telecomunicaciones son la carretera por la que circula la transformación digital. Si esa infraestructura se debilita, el desarrollo tecnológico y la competitividad nacional también se ven comprometidos”.
Haro añadió que, a nivel internacional, Chile invierte menos en infraestructura digital que los principales referentes globales. Mientras Estados Unidos destina más de 200 dólares por usuario, el promedio chileno ronda los 50.
Esa brecha, dijo, refleja la urgencia de replantear políticas que incentiven la sostenibilidad del sector.
“Debemos ir más allá de compararnos con la región. Chile invierte la mitad que Europa, que a su vez invierte la mitad que Estados Unidos. Si queremos competir globalmente, necesitamos fortalecer nuestra capacidad de inversión, innovación y formación de talento”.

Pensar en grande, a escala global
Para Haro, el desafío no está en mantener una posición de liderazgo regional, sino en escalar hacia estándares internacionales de innovación y productividad.
Subrayó que países pequeños, como Singapur o Suiza, lideran los rankings mundiales de competitividad digital gracias a estrategias sostenidas de inversión, educación tecnológica y colaboración multisectorial.
“La competencia relevante no está en América Latina. Si queremos un futuro digital sostenible, debemos compararnos con las economías que marcan el rumbo global. Somos un país pequeño, pero tenemos todo para seguir pensando en grande”.
El director cerró su intervención con un llamado a construir un marco común entre Estado, empresas y sociedad civil para sostener la evolución del ecosistema digital chileno. Según señaló, el verdadero valor de las redes está en su capacidad de habilitar conocimiento, innovación y oportunidades equitativas para toda la población.
