El gobierno de Estados Unidos ha revocado la autorización de Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC) para enviar equipamiento y otros insumos a su principal fábrica de chips en China. Esta medida podría restringir las capacidades de producción en dicha instalación, la cual se encarga de tecnologías de generaciones anteriores.
Funcionarios del gobierno estadounidense informaron a la compañía taiwanesa sobre la decisión de finalizar el estatus de usuario final validado (VEU, por sus siglas en inglés) para su sede en Nanjing, China. Esta acción se asemeja a las medidas tomadas con anterioridad por Estados Unidos al anular las designaciones VEU para las fábricas en China de Samsung Electronics y SK Hynix. Las exenciones de las tres organizaciones tienen una fecha de vencimiento a cuatro meses.

Un cambio en la política de licencias
La agencia de control de exportaciones de semiconductores, la Oficina de Industria y Seguridad del Departamento de Comercio (Commerce Department’s Bureau of Industry and Security), omitió emitir comentarios sobre la decisión en el momento del reporte. No obstante, días antes había anunciado la decisión de VEU para las dos firmas surcoreanas. La entidad aclaró que con esa medida estaba "cerrando lagunas en el control de exportaciones" y, además, estas ponían a las empresas estadounidenses "en una desventaja competitiva".
Una persona familiarizada con el asunto dijo a Bloomberg que el gobierno de Estados Unidos trabaja en soluciones para aliviar la carga burocrática. Esta medida es importante porque existe un gran retraso en las solicitudes de licencias. La decisión formal de cancelar el estatus VEU de Samsung y SK Hynix fue publicada en el registro federal estadounidense. Es un informe público de las regulaciones en el país. En ese documento también se mencionó la designación VEU para una instalación de Intel en Dalian, China, adquirida por SK Hynix. La acción requerirá que los funcionarios estadounidenses procesen de modo manual otras 1.000 solicitudes de licencia.

El estatus VEU de TSMC nunca se había publicado en el registro federal. Por ese motivo, la Oficina de Industria y Seguridad no pudo modificar una regulación pública de la misma forma que con las otras organizaciones afectadas. De todas maneras, el efecto final sobre TSMC, Samsung y SK Hynix es idéntico. Cuando la revocación de VEU entre en vigor, los proveedores de las fábricas de chips en China deberán solicitar proactivamente licencias estadounidenses. Estos permisos se requieren para los envíos de bienes cubiertos por los controles de exportación de Estados Unidos. Esos bienes incluyen desde equipos de fabricación de avanzada hasta piezas de repuesto y productos químicos. Estos últimos son elementos consumidos en el proceso de producción.
Detalles sobre el impacto
La situación resalta el alcance de la influencia de Washington en la cadena de suministro de componentes electrónicos. Dichos componentes alimentan dispositivos como microondas, teléfonos y centros de datos. La medida también afecta la formación de algoritmos de inteligencia artificial (IA). Ello ocurre incluso cuando las plantas en cuestión son operadas por tres compañías no estadounidenses en un país extranjero.

Desde TSMC comunicaron: "TSMC ha recibido una notificación del Gobierno de los Estados Unidos. Nuestra autorización VEU para TSMC Nanjing será revocada a partir del 31 de diciembre de 2025". Y agregaron: "Estamos evaluando la situación y tomando las medidas apropiadas, incluida la comunicación con el gobierno estadounidense. Seguimos totalmente comprometidos a garantizar el funcionamiento ininterrumpido de TSMC Nanjing".
El gobierno del expresidente Joe Biden ha limitado el acceso de China a materiales y equipos de origen estadounidense. Es parte de un conjunto de controles para restringir el desarrollo de la IA en la nación asiática. Las restricciones a las exportaciones no solo afectan a las empresas chinas, sino también a cualquier instalación ubicada dentro del país. Esto incluye a las plantas de Samsung, SK Hynix y TSMC.

A diferencia de las marcas surcoreanas, la presencia de TSMC en China es dentro de todo pequeña. Su planta en Nanjing inició su producción en 2018. El año pasado, esta instalación aportó una reducida parte de los ingresos totales de TSMC. El campus alberga tecnología de hasta 16 nanómetros, tecnología disponible en el mercado desde hace más de una década.