El gobierno de Estados Unidos analiza un nuevo sistema de permisos para las fábricas operadas en China por parte de Samsung y SK Hynix. La propuesta del Departamento de Comercio estadounidense, revelada en una nota exclusiva de Bloomberg, busca reemplazar las autorizaciones indefinidas obtenidas por las tecnológicas surcoreanas durante la administración anterior de Biden. La idea es establecer un sistema de licencias anuales para la exportación de equipos y materiales para la fabricación de chips.
El gobierno estadounidense revocó los permisos otorgados a Samsung y SK Hynix. Dichas autorizaciones, conocidas como designaciones Usuario Final Validado (Validated End User, VEU), permitían a las firmas surcoreanas enviar de manera continua y por un tiempo ilimitado suministros a sus plantas en China. La nueva propuesta exigiría a las dos marcas más grandes de Corea del Sur solicitar a Washington la aprobación para un año de equipos, piezas y materiales restringidos, con cantidades exactas.

La propuesta introduce mayor complejidad para las compañías. Esto genera una carga adicional de trabajo a las empresas con el objetivo de mantener sus operaciones en las enormes fábricas de China. A pesar de este aspecto, la medida ofrece a los fabricantes surcoreanos la posibilidad de mantener en funcionamiento sus plantas en el país asiático. Dichas plantas producen componentes utilizados en una gran cantidad de dispositivos. Un funcionario de la Administración de Donald Trump declaró en un aviso federal: "La revocación del estatus VEU requeriría que se procesen 1.000 permisos adicionales cada año".

Para los fabricantes surcoreanos, la dificultad principal reside en prever las piezas exactas necesarias para reparar sus equipos de producción. Estos equipos podrían averiarse en cualquier momento a lo largo de 12 meses. Si las organizaciones necesitan importar componentes sin especificar en la licencia inicial, temen que la Oficina de Industria y Seguridad (BIS, por sus siglas en inglés) del Departamento de Comercio de Estados Unidos no procese las aprobaciones con la rapidez necesaria. Una situación de este tipo podría causar interrupciones en la fabricación.
Un funcionario estadounidense minimizó estos temores al ser consultado sobre las preocupaciones del sector con respecto a los tiempos de tramitación. Washington tiene un sistema sólido para emitir licencias de forma veloz si surge la necesidad. Ello equilibra las realidades comerciales con los intereses de seguridad nacional de Estados Unidos.

La situación ubica a Corea del Sur entre su aliado más importante, Estados Unidos, y su socio comercial más grande, China. Washington impuso controles sobre los envíos de chips a China en 2022. Lo anterior fue parte de una larga campaña para limitar la capacidad del país asiático en semiconductores e inteligencia artificial (IA). El gobierno de Joe Biden emitió exenciones a Samsung, SK Hynix y a Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC) para amortiguar el impacto de aquellas restricciones.

El equipo de Donald Trump ha sido firme en su postura de no restablecer las exenciones VEU. Las consideran como una "laguna jurídica de la era de Biden". Un funcionario comercial surcoreano, quien prefirió mantenerse en el anonimato, declaró: "La verdadera pregunta es cómo tranquilizarlos en ese punto". Al mismo tiempo, añadió que la Administración está preocupada por una "fuga de tecnología o por equipos que sean desviados a empresas chinas". Las discusiones continúan en curso y aún resta tomkar una decisión final sobre el asunto.