Un estudio llevado a cabo por la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) sugiere que la digitalización no tiene un impacto significativo en el malestar psicológico ni en la salud percibida de los trabajadores, salvo que interactúe con el apoyo social. Un ejemplo de ello sería compartir experiencias laborales y personales con los compañeros o recibir elogios y reconocimientos por el trabajo bien hecho.
El proyecto indagó hasta qué punto el malestar psicológico y la mala salud de los trabajadores están relacionados con el proceso de digitalización. Se tomó como base los datos de más de 800 trabajadores de todos los sectores, obtenidos de la encuesta de salud del Ministerio de Sanidad-INE del 2017 (la última disponible).
La falta de indicadores directos del uso hecho por los trabajadores en su aplicación de las tecnologías (como hardware, software, internet o inteligencia artificial) generó que los investigadores hayan utilizado como indicador indirecto la intensidad digital del sector de actividad en la cual se ubica el puesto de trabajo. "Esto quiere decir suponer que la utilización laboral de la tecnología digital —considerada como un todo integrado— será más alta en aquellos empleados cuyas empresas están ubicadas en sectores de actividad más intensivos en el uso de las tecnologías digitales", detalló Torrent.

El trabajo ha sido publicado por Vicente Peñarroja y Pilar Ficapal, profesores e investigadores. Joan Torrent, catedrático de los Estudios de Economía y Empresa, y líder del Grupo de investigación interdisciplinaria sobre las TIC (i2TIC), declaró al respecto:
"No hemos encontrado un vínculo directo significativo —ni positivo ni negativo— entre la digitalización del trabajo y la mala salud laboral de los trabajadores, pero cuando esta intensidad digital interacciona con el apoyo social es capaz de generar efectos favorables en la salud de los trabajadores. Así, cuando este apoyo es alto, el aumento en intensidad digital reduce la probabilidad de percibir mala salud. En cambio, cuando el apoyo es bajo, el aumento en intensidad digital incrementa la probabilidad de considerar su salud como mala".

Además, según dicha investigación, la influencia estaría determinada por la situación de seguridad contractual de los encuestados. Torret agregó:
"Es importante destacar que este vínculo de refuerzo entre el apoyo social y la intensidad digital no se detecta en el caso de los trabajadores temporales. En esta modalidad de trabajo, la capacidad que tiene el apoyo social de reducir la mala salud de los trabajadores no se ve reforzada por la intensidad digital".
Impacto de la seguridad laboral
El estudio también identificó condiciones de salud laboral diferenciadas en función de las condiciones laborales. Es decir, si el puesto de trabajo es seguro o inseguro. Para Torret, es importante la implementación de políticas públicas laborales y de prevención de riesgos laborales vinculadas con la salud ocupacional para incentivar el apoyo social en el puesto de trabajo. "Esto tiene mucho que ver con la seguridad — por su situación contractual — que los trabajadores perciben de sus trabajos. Pero también está relacionado con su capacidad de autonomía y negociación", destacó.

Referido a la comparación de trabajos más seguros y protegidos respecto a los más inestables, Torret sumó a sus palabras: "(...) es posible destacar también la necesidad de políticas públicas orientadas a redirigir los usos laborales de la tecnología digital en función también de la salud laboral, especialmente en los casos de los trabajadores menos protegidos, como los trabajadores temporales".
Asimismo, habría que tener en cuenta algo: la caracterización de la mala salud de los trabajadores determina perfiles diferenciados en función de si el trabajo es seguro o inseguro.

Por otro lado, el académico indica que los efectos negativos "continuarán creciendo" mientras su principal orientación esté vinculada con procesos de automatización o de control del trabajo, como sucede en tecnologías digitales avanzadas como la inteligencia artificial. Torrent finalizó con una reflexión:
"Estos efectos negativos coexistirán con un gran conjunto de efectos positivos, como la creación de puestos de trabajo o el aumento de la calidad del trabajo. Así que habrá que estar alerta para que los riesgos, como la creciente capacidad de sustitución de habilidades cognitivas y no rutinarias de las personas de la nueva oleada digital, no se inclinen hacia el lado negativo de la balanza".