Este 2025, en Orión cumplimos 25 años acompañando la evolución tecnológica de empresas en Chile y Latinoamérica.

Hemos sido testigos de la evolución navegando y, muchas veces, siendo pioneros en cada gran era tecnológica: la llegada masiva de Internet, la irrupción del SaaS, el Cloud y ahora estamos al inicio de una nueva, la masificación de la Inteligencia Artificial.
Un estudio recientemente guiado por nuestra compañía, reveló que Latinoamérica podría generar hasta USD 100 mil millones en la próxima década si adopta estratégicamente los agentes de inteligencia artificial. Chile, en particular, se encuentra en una posición privilegiada para liderar este proceso gracias a su madurez digital, institucionalidad y ecosistema tecnológico, donde la IA generativa podría impactar en un 12% del PIB del país. Sin embargo, el mismo informe advierte que la oportunidad no está garantizada: requiere de acción, coordinación y visión de largo plazo.

Aunque países como Chile, Brasil y Uruguay lideran el avance de la IA en Latinoamérica, la región en su conjunto aún invierte cinco veces menos en esta tecnología que Europa o Estados Unidos. Esta diferencia es crítica si se considera que la IA ya se está aplicando de forma eficiente en sectores como la banca, la salud y el retail, permitiendo automatizar procesos, mejorar la atención al cliente y optimizar la toma de decisiones estratégicas. Las empresas que quieran ser protagonistas del nuevo escenario digital no pueden postergar más su transformación.
Durante este cuarto de siglo, hemos trabajado con más de 1.000 organizaciones de distintos tamaños y sectores para integrar estas tecnologías de forma estratégica, segura y con impacto tangible en el negocio, por lo mismo, sabemos que los desafíos no son solo técnicos. En ocasiones, las principales barreras están en la cultura organizacional, en la falta de alineación entre áreas o en algo tan cotidiano como la resistencia al cambio.

Muchas veces, en tanto, hay una falta de visión clara de cómo la tecnología puede transformar realmente el negocio. No basta con comprar el software o el hardware más moderno si la gente no está capacitada, motivada o dispuesta a adoptar nuevas formas de trabajo. Es una brecha de mentalidad y de liderazgo y parte de nuestro aprendizaje es que el éxito de la digitalización no es solo tecnológico, sino que fundamentalmente humano.
Lo que viene no es menor. La Inteligencia Artificial será parte estructural de cualquier operación moderna. Las empresas que hoy se atrevan a integrar estas capacidades no solo aumentarán su productividad, también estarán mejor preparadas para innovar, competir globalmente y responder a los desafíos que aún no conocemos.
