En un país como Chile, donde los eventos meteorológicos extremos se han vuelto cada vez más frecuentes, hablar de resiliencia climática empresarial es una necesidad. Este concepto, que se refiere a la capacidad de anticipar y adaptarse a los impactos del cambio climático, está transformando la forma en que las empresas deben entender su sostenibilidad a largo plazo.

En 2025, la resiliencia no se limita a reducir emisiones: se trata de integrar la adaptación climática en el corazón del negocio. La continuidad operativa, la seguridad de las cadenas de suministro y la infraestructura crítica dependen de ello.
Según un estudio realizado por EY, Chapter Zero Chile y el Instituto de Directores de Chile (IdDC) en 2024, el 55% de las compañías del país cuenta con directores con conocimiento en temas de cambio climático y sostenibilidad, pero un 76% afirmó que no tiene un plan de capacitación para apoyar a liderar la ejecución de proyectos en esta materia.

En ese sentido, la eficiencia energética y la electrificación son herramientas clave para construir organizaciones más preparadas, capaces de mantener su operación incluso en contextos adversos, impulsando así la innovación y competitividad. Las empresas que asuman esta responsabilidad con visión y coherencia liderarán la transición hacia una economía más eficiente y sostenible. Prepararse hoy para seguir operando mañana.



