Las razones son claras. Tenemos un entorno de negocios abierto, pero con una baja inversión en I+D, solo el 0,39% del PIB en comparación con el 2,4% de la OCDE.
Francisco Carrasco M.
Existe una débil conexión entre startups y grandes empresas, ya que solo el 16% de las empresas en Chile hacen Corporate Venture Capital, mientras que en economías avanzadas este número supera el 75%. Además, las regulaciones actuales no acompañan la innovación y las barreras burocráticas dificultan la escalabilidad de las startups y su internacionalización.
Las startups son el motor del crecimiento global. Hoy, ocho de las diez empresas más valiosas del mundo comenzaron como startups financiadas por venture capital. En países como Corea del Sur, la inversión en startups y tecnología fue clave para su transformación en una potencia económica.
Francisco Carrasco M.
En Chile, sin embargo, las startups enfrentan dificultades de acceso a financiamiento en etapas avanzadas de crecimiento, lo que limita su capacidad de escalar y competir a nivel global.
Para cambiar esta realidad, es necesario incentivar la inversión en startups mediante la creación de fondos de venture capital regionales, incentivos fiscales para atraer inversión extranjera y un modelo CORFO más ágil y eficiente en etapas de escalamiento. También es clave facilitar la colaboración público-privada mediante la creación de fondos de coinversión con startups y el apoyo a la creación de Living Labs que permitan la experimentación regulada de nuevas tecnologías. Finalmente, es fundamental modernizar la regulación para la innovación con la implementación de sandbox regulatorios para startups tecnológicas, la reducción de burocracia y la generación de incentivos tributarios para la inversión en innovación.
Francisco Carrasco M.
Si queremos que Chile sea el polo de innovación en Latinoamérica, debemos actuar ahora. Invertir en startups, en I+D y en la digitalización no es un gasto, es una apuesta por un país más competitivo y con mejores oportunidades para todos.
La pregunta es: ¿vamos a liderar la revolución digital o nos vamos a quedar atrás?
Francisco Carrasco M.
