La industria financiera fue rápida en reconocer el potencial de la inteligencia artificial generativa. A mediados del año pasado, más de tres de cada cuatro empresas del sector habían implementado proyectos de IA y la gran mayoría planea aumentar sus inversiones.

Esto no es de extrañar, ya que los beneficios son significativos. Las arquitecturas de agentes pueden aumentar la velocidad, la exhaustividad y la precisión de la mayoría de los procesos de servicios financieros.
En banca, los agentes podrían ser altamente aplicables para casos de uso como el apoyo a los gestores de relaciones, el manejo de consultas rutinarias de clientes, la revisión de solicitudes de crédito, la provisión de asesoramiento financiero personalizado y la detección y prevención de fraudes.

Hay cuatro elementos clave que las empresas deben asegurar en el desarrollo de sus arquitecturas de agentes de IA: explicabilidad, mantenibilidad, madurez de datos y seguridad.
Los agentes de IA operan en entornos más complejos y dinámicos que la IA tradicional. Su capacidad para determinar, por sí mismos, la mejor manera de alcanzar sus objetivos significa que podrían evolucionar de maneras que no sean evidentes para sus controladores humanos. Esto requiere un enfoque cuidadoso para garantizar que las decisiones y acciones de los agentes sean transparentes y comprensibles, lo que se conoce como explicabilidad.

Además, la mantenibilidad es crucial para asegurar que los sistemas de IA agente puedan ser actualizados y mejorados de manera continua, sin interrupciones significativas en el servicio.
La madurez de los datos es otro aspecto fundamental. Los agentes de IA necesitan acceso a datos de alta calidad y bien estructurados para funcionar de manera óptima. Esto implica no solo la recopilación y almacenamiento de data, sino también su procesamiento y análisis para extraer insights valiosos.

Finalmente, la seguridad es imprescindible. Los bancos deben implementar medidas de seguridad robustas para proteger tanto los datos de los clientes como los procesos internos de la empresa.
La capacidad de la IA de estos agentes para habilitar una inteligencia escalable y siempre activa en toda la empresa promete nuevos estándares de desempeño operacional, incluso en los procesos más complicados. Podría ayudar a simplificar áreas costosas como el riesgo y el cumplimiento, yendo más allá de la IA tradicional para no solo encontrar y analizar datos, sino también ejecutar flujos de trabajo de seguimiento, hacer recomendaciones y redactar informes de actividades sospechosas.

La IA agente tiene el potencial de revolucionar la industria de servicios financieros, pero para hacerlo de manera efectiva y segura, es crucial que las empresas se centren en estos cuatro atributos. Al hacerlo, no solo podrán aprovechar las ventajas de la IA agente, sino que también fortalecerán la confianza de sus clientes y asegurarán un futuro sostenible y exitoso.