Óscar Delgado, en su columna, resalta cómo la conectividad satelital impulsa sectores clave en Chile, mejorando comunicaciones en zonas remotas y fortaleciendo la respuesta ante desastres naturales.
Oscar Moreira, en su columna, destaca cómo la tecnología satelital impulsa el IoT al ofrecer cobertura global, costos reducidos, conectividad robusta y transmisión de grandes volúmenes de datos en tiempo real.
Estos sistemas se utilizan para posicionamiento, navegación y sincronización en agricultura, finanzas, transporte, comunicaciones móviles, banca, entre otros, por lo que un ataque en su contra puede causar daños significativos.
Existen tres tipos principales de Internet satelital, cuya gran diferencia radica en la distancia que hay entre el satélite y la Tierra. Netline destaca los de Órbita Baja (LEO) por ofrecer menor latencia, mayor velocidad y una conexión más estable, características ideales para empresas.
Christian Gerhard destaca cómo la tecnología satelital ha impulsado la eficiencia y seguridad en la minería chilena, permitiendo mejor gestión, conectividad y monitoreo ambiental en las operaciones.